Probamos una bebida que se dice es de origen medieval y hay quienes afirman que parte de la formula venía desde Hipócrates, pero que se perdió después con la caída del imperio romano. Es un aperitivo con vino que hoy disfrutamos como preámbulo de una buena comida, se trata del Dubonnet, fórmula que lleva el apellido de quien lo comercializó y lo hizo famoso en el siglo XIX.
Estos aperitivos vínicos fueron sabiamente elaborados por monjes enfermeros movidos por la caridad fraterna para mejorarle la salud a hermanos de su comunidad, por lo cual experimentaban con mucha fe, mezclas de vinos con plantas medicinales.
El Dubonnet es finalmente el preámbulo de una buena comida, pues abren el apetito, estimulan las papilas gustativas y prepara nuestro estómago para recibir otros manjares. Esta mezcla de cepas blancas como la moscatel de Alejandría y tintas como la garnacha y carignan, entre otras uvas procedentes de la región suroeste francesa de Languedoc Rousillon, que forman una unión armoniosa cuando se les combina con la quinina, fue creada en 1846 por el químico y comerciante Joseph Dubonnet. Bebida de color rojo se cree que tenía poderes mágicos para la fertilidad.
Este vino dulce, muy aromático usualmente está enriquecido con naranjas de Taiwan, café verde de Colombia, cacao, manzanilla, canela y baya de saúco. Su fermentación se detiene cuando se le añade brandy para aportarle alcohol. Esta mezcla de vino fortificado, hierbas y especias que contiene quinina, este último usado ampliamente para el tratamiento de la malaria hasta que fue sustituido por otros medicamentos sintéticos. Los soldados franceses de la época en el norte de África en la Legión Extranjera, se convencieron de consumir esta rica bebida, a cambio de la quinina pura que tiene un fuerte sabor amargo, para tratar los casos de malaria dentro de la fuerza.
Dubonnet ha recorrido un largo camino, desde sus orígenes con la Legión Extranjera Francesa a nuestros días. Hoy la marca fue adquirida por Pernod Ricard en 1976 y está disponible en Rojo, Blanco y Oro.
Tiene aromas de cereza, menta y nogal, con notas de cáscara de limón, cardamomo y toffee, con sabores de naranja, nueces, chocolate y café, acabados bastante dulces con notas de limón y hierba.
Este especial brebaje igualmente es ideal para la preparación de variedad de coctéles, que se pueden ajustar a variedad de climas. Es deliciosa la mezcla con soda y limón en las rocas por ejemplo.
Dubonnet, una fórmula que después de casi dos siglos se sigue fabricando según la receta familiar origina, donde su contenido de alcohol del 19 por ciento garantiza una bebida refrescante en días calurosos, mientras sus particulares sabores prometen alegría y calidez en los fríos. Todo un mundo por descubrir.
Este especial brebaje igualmente es ideal para la preparación de variedad de coctéles, que se pueden ajustar a variedad de climas. Es deliciosa la mezcla con soda y limón en las rocas por ejemplo.
Dubonnet, una fórmula que después de casi dos siglos se sigue fabricando según la receta familiar origina, donde su contenido de alcohol del 19 por ciento garantiza una bebida refrescante en días calurosos, mientras sus particulares sabores prometen alegría y calidez en los fríos. Todo un mundo por descubrir.
Como se toma ?
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